La Serrana de la Vera

Cuenta la leyenda que entre los verdes paisajes de La Vera y sus interminables gargantas, hay una historia llena de magia. La Sierra de Tormantos era el lugar donde la famosa Serrana de la Vera llevaba a cabo su sanguinaria actividad.
Dice el romance “Legua y media de Garganta, cinco leguas de Plasencia; habitaba una serrana alta rubia y sandunguera”. Pelo largo pero recogido bajo la montera, muy fuerte pero muy seductora a la hora de encandilar a los mozos de la zona.
A la villa de Garganta la Olla llegó Lucas de Carvajal, un hombre joven, atractivo y sobrino del obispo de Plasencia. Isabel, la Serrana, cayó fuertemente enamorada del galán. Él la pidió matrimonio y ella decidió aceptar pensando que sería el hombre de su vida.
La mala suerte tocó la puerta de Isabel, llegando a ser abandonada por su amante. Despechada, decidió abandonar su hogar y buscar el lugar donde realmente se sentía como en casa: una cueva del monte serrano.
Su fama sanguinaria aumentaba en la Comarca. Llena de ira y rechazo hacia los hombres, decidió vengarse de los serranos que paseaban por el lugar. Sacaba sus dotes de belleza, les guiaba hacia su cueva y después de mantener sexo con ellos, les emborrachaba y les ofrecía grandes manjares, para después terminar asesinándolos y usando sus huesos como armas.
Finalmente, un pastor que pasó por delante de su cueva, sabiendo lo que ocurría en ella, decidió llamar a las autoridades, que la detuvieron y fue ajusticiada.